Biodegradabilidad natural: La madera se descompone de manera natural sin dejar residuos tóxicos, mientras que el plástico puede tardar cientos o miles de años en descomponerse, contaminando suelos y aguas.
Menos contaminación ambiental: La producción de plástico genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y residuos tóxicos. En cambio, la madera, cuando proviene de fuentes sostenibles, tiene un impacto mucho menor.
No contribuye a la contaminación de los océanos: Los plásticos desechados terminan en ríos y océanos, afectando gravemente a la vida marina. La madera, si se desecha, se degrada naturalmente sin afectar el ecosistema acuático.
No genera microplásticos: A diferencia del plástico, la madera no se fragmenta en partículas microscópicas que terminan en el agua, el suelo y los organismos vivos, afectando la salud de los ecosistemas y la de los seres humanos.
Sostenibilidad y recursos naturales
Renovabilidad: La madera proviene de árboles, un recurso renovable que puede replantarse y regenerarse con una gestión forestal sostenible. En cambio, el plástico se obtiene del petróleo, un recurso no renovable.
Secuestro de carbono: Los árboles absorben dióxido de carbono (CO₂) durante su crecimiento, y los productos de madera almacenan ese carbono durante su vida útil, ayudando a reducir el calentamiento global.
Menos consumo de energía en su producción: La fabricación de productos de madera requiere menos energía en comparación con la producción de plásticos, que involucra procesos petroquímicos altamente contaminantes.
Menos uso de químicos peligrosos: Los plásticos se producen con aditivos químicos como ftalatos y bisfenol A (BPA), que pueden ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. La madera, en su estado natural, no requiere estos compuestos.
Durabilidad y reutilización
Mayor resistencia y durabilidad: Los productos de madera bien mantenidos pueden durar décadas, mientras que muchos plásticos se degradan rápidamente con el tiempo, especialmente cuando están expuestos al sol y la intemperie.
Facilidad de reciclaje y reutilización: Los productos de madera pueden reciclarse en forma de astillas, biomasa o nuevos productos. En cambio, muchos plásticos no son reciclables o su reciclaje es costoso y poco eficiente.
Menos desechos a largo plazo: Un objeto de madera puede reutilizarse o convertirse en compost, mientras que el plástico sigue acumulándose en vertederos y ecosistemas.
Beneficio para la fauna y la salud humana
No afecta la vida silvestre: Los desechos plásticos son ingeridos por animales terrestres y marinos, causándoles daños graves. La madera no representa el mismo riesgo para la fauna.
No libera toxinas en los alimentos: A diferencia de los plásticos, que pueden liberar sustancias químicas cuando entran en contacto con alimentos calientes o ácidos, la madera es un material seguro y natural.
Mejor calidad del aire: La producción de plástico libera compuestos volátiles orgánicos (COV) y otras sustancias nocivas al aire, mientras que la madera no emite estos contaminantes.
En conclusión, los productos de madera no solo son una opción más ecológica, sino también más saludable y sostenible a largo plazo.